Hay instituciones que renuncian a conseguir sus objetivos porque comparan sus procesos y tecnologías con los que tienen otras entidades que están muy avanzadas en el uso de estas herramientas.

Mi suegro tenía un buen violín y además, era un juicioso practicante que insistía en avanzar en su aprendizaje …. y lo hacía bien.
Un día asistió a un concierto de un violinista muy reconocido, lo disfrutó mucho y cuando llegó a la casa le contó del concierto a la familia y del alto nivel del intérprete.
Y en las siguientes semanas el suegro les dijo que con su aprendizaje y la necesidad de mayor práctica, él nunca llegaría a tocar el violín como lo hacía el intérprete del concierto y que no tenía sentido seguir intentando ser un buen violinista, que prefería mejor tocar la guitarra y el tiple en una forma más recreativa.
La señora y los hijos lo animaron a seguir adelante pero él nunca más intentó retomarlo y unos meses después vendió el instrumento.
Haciendo la metáfora con las instituciones, lo mismo les sucede a las organizaciones que comparan sus procesos y su tecnología con los que tienen otras organizaciones del mismo sector, las empresas web, los bancos y otras instituciones líderes.
Estas organizaciones consideran que no pueden lograr altos niveles en el uso de las herramientas y tienden a renunciar a alcanzar el propósito con argumentos como los siguientes:
- No estamos preparados
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Somos pequeños, esas tecnologías son para empresas grandes
- No tenemos el dinero, las inversiones son imposibles para nosotros
- No somos capaces de llegar a niveles tan altos en el uso de las tecnologías
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Carecemos de la gente capacitada para usar la tecnología
Y en lugar de decidirse a conseguir los buenos propósitos, hay entidades y personas que piensan es en no invertir o no usar la tecnología (ver el gráfico):

Consideraciones
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Siempre será posible realizar proyectos para lograr un buen nivel en el desempeño de los procesos y de la información de cualquier institución.
- Todas las organizaciones son diferentes y por ello es conveniente comparar sus procesos y el uso que hacen de las tecnologías con las de su sector empresarial y con las de sus clientes y proveedores para observarlas y analizarlas en detalle.
- Cada institución está en un proceso de avance según el sector en que se desempeña y según sus propias características, las necesidades, las prioridades, la cultura, la inversión, entre otras variables.
- Obviamente, es necesario hacer grandes esfuerzos e inversiones para lograr los objetivos propuestos.
- Las que no tienen metas específicas, no se esfuerzan o no tienen la persistencia para conseguirlas se quedan con sus antiguas aplicaciones, equipos y procesos mientras otras avanzan en forma continua hasta tener un soporte tecnológico adecuado para soportar las estrategias organizacionales.
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Incluso, es frecuente encontrar que la tecnología existente en la organización es buena pero se usa en forma deficiente.
- Por otra parte, hay que realizar ordenadamente todas las etapas para mejorar el modelo existente porque existe la tentación de saltarse algunos pasos, sin embargo, seguir un plan es la única forma de lograr los objetivos.
No es conveniente utilizar los “atajos” o caminos rápidos con el objeto de aparentemente avanzar en forma más ágil. -
La visión de futuro de la transformación digital y la persistencia en lograrla son la base para lograr un apoyo adecuado de las estrategias institucionales.
- Sin duda, en su nivel, hoy las tecnologías son asequibles para la mayoría de las organizaciones.