Entrevista con el Dr. Fabio Rico Calle

Recordamos esta historia a raíz de la OPA de Nutresa y el Grupo Gilinski.

El Dr. Rico fue uno de los artífices de la conformación del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) y del enroque entre las empresas que lo componen.

https://prezi.com/p/oyak4bsv3dfs/fabio-rico-calle/

«Les agradezco mucho. Creo que valió la pena». Tras pronunciar esta frase, con lágrimas y visiblemente conmovido, se despidió Fabio Rico Calle de la presidencia de la Compañía Nacional de Chocolates, en octubre de 2000, en la asamblea extraordinaria de accionistas, en el Teatro Metropolitano, que decidió la fusión de esta empresa con su filial Chocolates La Especial.
El día de su despedida ante los accionistas respondió a una pregunta de EL COLOMBIANO sobre el mensaje que le dejaba a la nueva clase empresarial: «Uno de los grandes problemas del país es que se acabó el carácter. Yo les pediría a los muchachos que vienen detrás, a los nuevos profesionales, que mediten sobre el tema, que tengan carácter, que se vuelvan imaginativos, que tengan criterio y una ética por encima de todo y a prueba de todo».

https://www.elcolombiano.com/historico/fallecio_fabio_rico_calle_capitan_de_la_industria-EHEC_24550

ENTREVISTA

Un gran amigo me invitó en el año 1990 a participar en un proceso de selección para trabajar en la gestión de los Sistemas de Información en la Compañía Nacional de Chocolates.

Para llegar a la entrevista con el Dr. Fabio Rico Calle (Presidente de la empresa), me puse la mejor pinta y llegué a una sala de espera muy elegante en la que las secretarias de Presidencia y Vicepresidencias atienden muy bien al visitante con un capuchino y otros productos de la compañía.

Me hicieron pasar a la oficina del Dr. Rico que era muy bonita, como de tomarle una foto para una revista de decoración, con muchas pinturas, un escritorio muy lindo, sin un papel encima, muebles y demás.

El Dr Fabio como siempre, muy bien puesto, con su saco y corbata, me saludó de mano y se sentó con su seriedad, me dió un vistazo rápido (después miró siempre hacia otra parte), empezó a leer la hoja de vida y me preguntó sobre la ingeniería, la experiencia, los trabajos anteriores y los jefes anteriores que él conocía.

Todo esto ocurrió en muy pocos minutos, hasta que vió en la Hoja de Vida algo que le llamó la atención y me dijo:

«Cómo así que a Ud. le gusta el campo, los caballos, el ganado, cuénteme porqué ?»

Y ahí sí nos entendimos bien, se desabrochó el saco, cruzó las piernas, me miró a los ojos y tocamos un tema y otro, hablamos de ganado, de fincas, de árboles y él contento de convertir esa entrevista formal en algo más grato; le pregunté por sus proyectos de reforestación, entre otros asuntos.

Además el Dr Rico conocía nuestra familia y había estado recientemente en la finca del Tío.

La entrevista duró casi una hora y media, cuando salí de allí me dijeron: «Quebraste todos los récord, las entrevistas con él son de 15 minutos.«

Después, ya trabajando en la empresa, se dieron unas circunstancias que permitieron hablar frecuentemente con el Dr Rico porque en esos meses promovíamos un ambicioso plan para avanzar rápidamente en la implementación de las nuevas tecnologías en la empresa.

Él siempre estuvo dispuesto a escuchar las propuestas, valorarlas, apoyarlas y buscar lo mejor para el avance de la empresa en el uso de estas herramientas y la capacitación de todos sus empleados.

Un gran señor era el Dr Fabio Rico Calle, guapo, de un recio carácter, muy inteligente, un estratega y un líder.

Referencia

Uno de los proyectos presentados a la Presidencia en ese año tenía como objetivo mejorar el sistema de información comercial y consistía en darle a los vendedores un Maletín con una terminal portátil y una impresora para ayudarles a atender a los clientes, tomarles el pedido, facturarles y luego entregarles los productos (mediante el sistema de Preventa o con la mercancía en el camión).

Durante el día y al final de la tarde, se descargaban los datos de las terminales portátiles y la información de la empresa quedaba actualizada.

Se hizo un software adecuado a las necesidades, se analizó y estructuró el proyecto con las áreas comerciales, administrativas y de mercadeo y luego se realizó una presentación final a la Presidencia y las Vicepresidencias con el objeto de definir la aprobación del plan de trabajo y de las inversiones a realizar.

Allí se hizo la demostración del Sistema, el Dr. Fabio no hizo ninguna pregunta y los demás asistentes hicieron muy pocos comentarios; al terminar, hubo un largo silencio y el Dr Rico nos dijo:
«Señores, cuántas máquinas vamos a comprar ?

Entonces yo respondí con algo de duda:
«Doctor, pues hemos pensado en unos 10 ó 15 equipos

Generalmente, estos proyectos nuevos se analizan en detalle mediante múltiples reuniones, se buscan las mejores opciones y eso requiere tiempo, sin embargo, el Presidente de la empresa nos hizo esa pregunta inesperadamente, lo que daba a entender que le daba una aprobación inmediata a la iniciativa.

Y él nos mira a todos, con una amplia sonrisa, y nos dice:
«Señores, compren 50 o 100 terminales, las que necesiten, este proyecto es el futuro de esta empresa y de las demás empresas de distribución de alimentos, hagan las inversiones que consideren, a mi no me vuelvan a preguntar.«

En ese momento, este proyecto era novedoso en el país y apenas empezaban a lanzarse los primeros equipos adecuados para los objetivos propuestos.

Y tenía razón el Dr Fabio, el proyecto siguió su curso con buenos resultados en la compañía y unos pocos años después estos sistemas se volvieron un estándar en la distribución masiva de productos en el país.

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