Marco de referencia – Los procesos – Descripción
El segundo componente de la base de la pirámide de valor son los procesos, ellos definen las tareas, las reglas, el talento humano y las tecnologías comprometidas en la producción y entrega de bienes, servicios o información a clientes internos o externos de la organización.
En el contexto de estos métodos, la cadena de procesos es considerada como uno de los componentes más importantes de la organización (ver en color azul, más oscuro en la gráfica).

La siguiente es una representación simplificada de la cadena de procesos:
Como es obvio, la empresa tiene sus procesos y políticas establecidas y en ejecución y, de acuerdo con las metas establecidas, las está revisando y mejorando en forma permanente.
Pero habría que pensar más allá de lo evidente pues tratar de obtener mejores resultados financieros y cumplir las expectativas de los accionistas y clientes es cada día más difícil y lograrlo, sin cambiar las políticas, los procesos y las reglas, es casi imposible.
Es casi imposible cumplir las expectativas de los accionistas y clientes sin cambiar las políticas, los procesos y las reglas.
Las empresas que han obtenido las metas previstas tuvieron que repensar el modo entero en que manejaban sus operaciones y cambiar sus reglas más fundamentales.
Los procesos son indispensables en cualquier implementación de tecnología de la información
Como dice Deming, “tratar de optimizar dentro del ruido, no solo no ayuda, sino que hace daño; mientras el sistema esté vibrando dentro de los límites de propio ruido, meterse con él solo incrementa las fluctuaciones”.
La validez primaria de ejecutar determinados procesos en una empresa estriba en sostener una ventaja competitiva, a través de la transformación de los bienes de los proveedores en productos que satisfacen las necesidades de los clientes.
La cadena de procesos de la organización integra el conjunto de eslabones que conforma un proceso económico, desde la materia prima hasta la distribución de los productos terminados y cada eslabón del proceso agrega valor.
Los procesos son transversales y no son funcionales y así en la gestión de la cadena de procesos, las áreas y personas desempeñan la función asignada y responden por su participación en la misma.