Los gerentes y usuarios creen, de verdad, en la magia en la tecnología ?
Desde siempre, los Gerentes y Usuarios le preguntan a los técnicos y a los proveedores de aplicaciones:
¿ Toco un botón y el sistema me da la información ?
Obviamente, como si fuera magia, los usuarios quieren “tocar un botón” y obtener la información rápido y sin la intervención de nadie.
Pasan los años y la mayoría de estos directivos siguen esperando que con un click pueden conseguir la información.
Sin duda, con el uso de las nuevas tecnologías el avance ha sido vertiginoso, hay muchos ejemplos: El chat, las redes sociales, la estrategia digital y demás.
Podría decirse que hoy, con mayor razón, el asunto puede ser más fácil con algunas de estas tecnologías, sin embargo, aún es difícil lograrlo con los datos transaccionales porque esa información está en las bases de datos de las organizaciones lo que, de por sí, es complejo.
Y siempre se necesitarán las líneas de código de una aplicación que permiten obtener el resultado esperado y esta sigue siendo una labor que requiere el soporte de los técnicos además de mantener la seguridad y de la disposición del tiempo necesario para lograrlo.
Es decir, cuando un usuario toca la pantalla de un smartphone, un teclado o una pantalla de un computador para buscar una información transaccional, siempre habrá muchas líneas de código de una aplicación que permiten obtener el resultado esperado y ese seguirá siendo un tema técnico y no de usuario.
Claro, las tecnologías Cloud, Big Data y demás están logrando grandes resultados, sin embargo aún hay otras aspiraciones de los usuarios que las herramientas de la tecnología no puede lograr tan fácil.
En general, aún se necesita un técnico y líneas de código de una aplicación para obtener el resultado deseado.
Referencia #1
Ver arriba la figura Las tres leyes de Clarke:
«Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia»
Referencia #2
“…..Se encontraba Steele revisando uno de los armarios de un ordenador Digital PDP-10 del MIT cuando encontró un pequeño botón pegado al marco.
Aquel botón disponía de dos posiciones, y escrito a lápiz sobre el propio marco metálico contaba con dos leyendas: magia y más magia.
El primer dato importante… nadie sabía en aquel momento quién había hecho aquello, evidentemente era algo «casero» ejecutado por algún técnico hardware del laboratorio….”
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