¿ Qué hacer en esta situación ?
Contratamos un ingeniero recién egresado y el mismo día que ingresó, a primera hora, hubo una reunión de todos los integrantes del área.
La reunión transcurrió normalmente y, al terminar, una de las integrantes del grupo de trabajo (que era reconocida por sus excelentes competencias y relaciones personales), me manifestó que no se soportaba al nuevo ingeniero porque tenía una actitud que ella rechazaba y terminó la conversación diciendo:
Mejor dicho Jefe, no me lo soporto, se va él o me voy yo.
Después de conversar al respecto con ambas personas, le dimos un poco de tiempo a lo sucedido y observamos que el nuevo ingeniero tenía unas buenas competencias en la parte técnica pero sí mostraba problemas en su comportamiento en el grupo pues tuvo algunas dificultades con los usuarios, en especial con determinadas personas.
Por lo anterior, conversamos en forma inmediata con el subalterno, le manifesté mi inconformidad con lo sucedido y le pedimos que cambiara su comportamiento o de lo contrario tendríamos que prescindir de sus servicios.
El Ingeniero ofreció disculpas, aceptó con respeto las observaciones que se le hicieron y se comprometió a corregir su actitud.
Posteriormente, hizo un esfuerzo importante, fue receptivo para corregir su actitud y mejoró substancialmente y así, la situación fue solucionada satisfactoriamente.
Consideraciones
- Es normal que, por muchas razones, haya conflictos en las relaciones entre las personas y más entre personas de perfil técnico y también entre ellos con los usuarios y directivos.
- Cuando ocurren problemas hay que actuar de inmediato y buscar soluciones tratando de buscar las soluciones, no obstante, con frecuencia hay que tomar medidas más drásticas incluso llegando hasta el despido de personas del grupo de trabajo.
- Tampoco es conveniente permitir posiciones tan radicales como la de “o se va él o me voy yo” porque es un ultimátum que no ayuda a buscar acuerdos entre las partes.
Referencia #1

Referencia #2
Ver el texto – “Tengo que liderar un proyecto, ¿y ahora qué?”
Hasta hace algunos años (pocos realmente) podía despertar alguna sonrisa la imagen del misterioso personaje sentado todo el día delante de una computadora escribiendo extraños e indescifrables bloques de código de programación.
Poco importaba que ese sujeto fuera un parco de pocas pulgas y escasas dotes para las relaciones sociales. Lo que lo hacía realmente valioso y admirado era ese halo de genialidad que irradiaba ante la ingenua mirada de los legos y los no iniciados.
Ahora, desarrollar un proyecto tecnológico requiere que sus responsables, en mayor medida, pero también sus “artesanos”, participen en una danza de interacciones con personas y equipos en otras áreas de la propia empresa tanto como con contrapartes de otras organizaciones.
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Definitivamente, el profesional tecnológico que no aprenda a mejorar sus habilidades de interrelación está condenado al destierro laboral.
- El concepto de soft skills –y, sobre todo, los procesos para gestionar y desarrollarlos en las áreas técnicas– es relativamente novedoso para la mayoría de las empresas en nuestra región. Su sentido parece claro, y es fácilmente traducible al más vernáculo “habilidades blandas”.
http://liredazgo.blogspot.com/2011/02/tengo-que-liderar-un-proyecto-y-ahora.html